El bebé de "La Última Cena" del genial Leonardo Da Vinci. ¿Será éste el Santo Grial? ¿La descendencia de Jesús?
Mucho se especula
respecto de los mensajes ocultos que pudiera haber querido transmitir el
genial Leonardo, a través de sus vastas obras, pero existe una obra, la
cual, desde mi humilde punto de vista es una de sus mayores y mejores
obras de arte, en cuanto a que resalto mas sus significados y mensajes
ocultos, que por las imágenes en si mismas. Esta famosa pintura,
denominada "La Última Cena", se encuentra plasmada en la pared sobre la
que utilizó este Gran Maestro del Renacimiento, para expresar, no solo
su arte, sino también, sus secretos.
Se encuentra ubicada en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie en Milán (Italia).
Con un tamaño de un poco
mas de 40 metros cuadrados, incontables expertos e historiadores, la
consideran como una de las mejores obras pictóricas de todos los
tiempos.
Antes
de hablar de los posibles mensajes ocultos en esta obra; y en especial
de la que sería la imagen de un bebé, como posible representación de la
descendencia sanguínea de Jesús junto con la que sería María Magdalena
-representada en esta pintura por la figura de Juan, ubicado en el 6º
lugar, de izquierda a derecha-; los apóstoles se encuentran en cuatro
grupos de a tres, dejando a Jesús solo, en el centro. De izquierda a
derecha, están pintados -según se detalla en un manuscrito del siglo XIX
del propio Leonardo- los apóstoles: Bartolomé, Santiago el Menor y
Andrés; luego Judas Iscariote con pelo negro y barba negra, Simón Pedro y
Juan, el único sin barba del grupo; Jesús justo en el centro de los
doce; luego Tomás, Santiago el Mayor y Felipe, sin barba; después Mateo,
con una barba muy corta, Judas Tadeo y Simón el Celote, como los últimos tres.
Pero, ¿que oculta esta
gran obra de arte? ¿Es solo una pintura y ya? ¿O bien carga entre sus
famosas líneas y pinceladas, un gran contenido simbólico? Y si este
contenido oculto se corresponde a una verdad histórica, ¿porque Leonardo
no quiso transmitirlo de manera explícita en su obra, ocultándolo
dentro de sus mismos personajes y ademanes de éstos?
Pues bien, analicemos un poco:
Como ya mencioné en
párrafos superiores, los doce apóstoles se encuentran agrupados de a
tres, distribuyéndose, alrededor de un "solitario" y central Jesús, dos
grupos de tres a cada uno de sus lados. Y aquí surge una pregunta,
¿porqué Jesús se encuentra casi solitario, en el centro de la obra? La
posible respuesta sería, para dejar lugar a quienes deben "acomodarse a
su lado" cuando se desvele lo oculto.
Empecemos a analizar de
izquierda a derecha. El tercer apóstol, Andrés, se lo ve sorprendido por
algo, mirando directamente hacia lo que sería el hombro derecho del
quinto apóstol, Judas, quién éste a su vez mira hacia el "sexto apóstol
sin barba", que en teoría debería corresponderse a la figura de Juan.
Jesús, se encuentra ubicado en el centro de la mesa, con su mirada en
dirección a algo que "no está", pero que se podría encontrar entre sus
manos, delante de él. Luego, el apóstol Santiago, de verde, con una
auténtica expresión de asombro, extendiendo sus brazos a cada lado de su
cuerpo, con su boca entreabierta, y
al igual que Jesús, dirigiendo su mirada atónita hacia el centro de la
mesa, justo delante de Aquél. Luego, el apóstol Tomás, con su vista
puesta en Jesús, levantando su mano derecha y alzando el dedo índice,
como diciéndole al Mesías, "Eres el único, el primero... el Alfa",
coincidiendo aquí, que Jesús, en la pintura, forma con su cuerpo, una
clara "A". También, aquél dedo índice apuntando hacia el techo, y sumado
al dedo pulgar asomando al lado, junto con el puño cerrado -de Tomás-
forman una clara letra "L", por lo que podría ser una alusión o
recordatorio, de parte de Leonardo, de que éste apóstol fue el que
introdujo su dedo índice en la herida de "Lanza" que un soldado le
propinó a Jesús, como también podría indicar la "L" de Leonardo, el
propio pintor. El siguiente apóstol, que es Felipe, al igual que Jesús y
Santiago, mira fijamente hacia el centro de la mesa, justo enfrente del
Mesías, por lo que aquí vamos haciéndonos la idea de que ese centro de
la mesa, justo delante del Maestro, es muy importante, aunque por ahora
no podamos ver nada. Por ello, deberemos mirar en lugar de ver. Y para
seguir analizando los apóstoles, llegamos al último grupo de tres, en
donde se encuentran Mateo,
Judas Tadeo y Simón el Celote. A este grupo se lo observa hablando
entre ellos, y tanto Mateo como Simón, apuntan sus manos en dirección al
mismo centro de la mesa, entre los brazos de Jesús, y si bien estos dos
apóstoles no están dirigiendo sus miradas, como lo hacen los
anteriores, sí aparentan estar hablando al respecto y dirigiendo sus
manos a ese enigmático y céntrico lugar de la mesa de La Última Cena.
¿Que es lo que a los
apóstoles les llama tanto la atención justo en el centro de la imagen?
¿Debería haber algo que se encuentra oculto en otro lugar de la pintura?
¿Y si ese algo, fuera alguien? ¿Quien sería? O, ¿quienes serían?
De todos modos no me
olvido de nombrar al apóstol del medio de ese último grupo de tres,
quién es Judas Tadeo, respecto del cual, algunos dicen que es el propio
autorretrato de Leonardo Da Vinci, con su mano derecha abierta y delante
de su hombro y su mano izquierda abierta y apoyada sobre la mesa. ¿Que
querrá decir este supuesto Leonardo, con estas posiciones de sus manos?
¿Podrá ser un mensaje oculto, de que debemos encontrar algo en el hombro
de alguien, y que se encuentra apoyado sobre la mesa?
Veamos, y aquí podemos enfilar hacia la idea del bebé de La Última Cena.

Si observamos el hombro
derecho de Judas -el 5º de izquierda a derecha, de celeste y verde-
podremos notar, únicamente en su ropa celeste -y por sobre esta- que en
conjunto con su brazo y antebrazo, conforman una clara figura de un
bebé, con su cabeza mirando hacia el tercer apóstol -siempre en el mismo
orden- quién éste también lo mira y se sorprende levantando sus dos
manos. El supuesto bebé se encuentra como apoyado sobre el pecho de
Judas.
Hasta aquí podemos observar al bebé fuera del contexto de señas, miradas y ademanes detallados mas arriba, con lo que ahora lo voy a ubicar donde debería estar, que es en el "centro de atención" de todos los participantes de la cena. Entonces, como la mayoría de los apóstoles, incluido Jesús, miran hacia el centro de la mesa, justo delante de Él, ubico la figura del bebé entre los brazos de Jesús, su padre. Pero, ¿y la madre? Bueno, si observamos al 6º apóstol -de izquierda a derecha- que en principio es Juan, este discípulo no tiene la fisonomía de un hombre, por lo que se supone que Leonardo dibujó a una pelirroja María Magdalena, esposa de Jesús, y madre del bebé, quién sería el Santo Grial, o descendencia, o linaje de aquel matrimonio. Por lo que deberemos reubicar a la que supuestamente es María Magdalena. ¿Donde la pondríamos? Pues al lado de Jesús, su esposo. Como verán en la siguiente imagen reacomodada, los tres -Jesús, María Magdalena y su hijo- se unen perfectamente por medio del mismo color celeste de sus vestiduras. Tanto el lado izquierdo de Jesús, como el lado derecho de María Magdalena y el bebé en su totalidad, son de color celeste. María Magdalena se ajusta perfectamente entre Jesús y los demás apóstoles de la derecha, sin olvidarme que ella también mira hacia su hijo. Los tres, unidos por el mismo color. También se puede observar que los lados opuestos de los padres son del mismo color rojo. Una simetría perfecta.
Hasta aquí podemos observar al bebé fuera del contexto de señas, miradas y ademanes detallados mas arriba, con lo que ahora lo voy a ubicar donde debería estar, que es en el "centro de atención" de todos los participantes de la cena. Entonces, como la mayoría de los apóstoles, incluido Jesús, miran hacia el centro de la mesa, justo delante de Él, ubico la figura del bebé entre los brazos de Jesús, su padre. Pero, ¿y la madre? Bueno, si observamos al 6º apóstol -de izquierda a derecha- que en principio es Juan, este discípulo no tiene la fisonomía de un hombre, por lo que se supone que Leonardo dibujó a una pelirroja María Magdalena, esposa de Jesús, y madre del bebé, quién sería el Santo Grial, o descendencia, o linaje de aquel matrimonio. Por lo que deberemos reubicar a la que supuestamente es María Magdalena. ¿Donde la pondríamos? Pues al lado de Jesús, su esposo. Como verán en la siguiente imagen reacomodada, los tres -Jesús, María Magdalena y su hijo- se unen perfectamente por medio del mismo color celeste de sus vestiduras. Tanto el lado izquierdo de Jesús, como el lado derecho de María Magdalena y el bebé en su totalidad, son de color celeste. María Magdalena se ajusta perfectamente entre Jesús y los demás apóstoles de la derecha, sin olvidarme que ella también mira hacia su hijo. Los tres, unidos por el mismo color. También se puede observar que los lados opuestos de los padres son del mismo color rojo. Una simetría perfecta.
Si volvemos a la pintura
original, podremos ver que entre la figura de Jesús y la que sería
María Magdalena, ambos conforman una gran letra M (2 líneas en azul y 2
líneas centrales en rojo), como que Leonardo quería decirle al mundo, y
de una manera oculta, que en realidad es María Magdalena. Y si jugamos
un poco con la geometría, podemos verificar que, partiendo de los dos
panes laterales, sobre la mesa, formamos una segunda "M" (en rojo), -por
lo que juntando ambas "M", formarían las iniciales de María Magdalena-,
y en ambos lados de ésta 2º "M" se forman dos triángulos rectángulos
(azul y verde), los que al juntarlos conforman un solo triángulo, como
representando una perfecta triada, la cual es formada en conjunto por
Jesús, María Magdalena y el hijo de ambos... el Santo Grial.
Antes de mostrarles las
imágenes completas, mas abajo, quiero resaltar el ademán que está
haciendo el Apóstol Simón Pedro -ver en imagen superior, el que tiene su
cabeza entre Judas y María Magdalena- el cual desliza su mano izquierda
por debajo del mentón del supuesto Apóstol Juan -y que se considera
aquí que es María Magdalena-. Con este ademán de Simón Pedro,
aparentemente nos está diciendo la altura del bebé de La Última Cena,
cuando a éste se lo reacomoda junto a sus padres en el centro de la
pintura. Si vemos en la imagen superior -a la de arriba-, nos daremos
cuenta que Simón Pedro nos está marcando la altura del bebé con su mano,
la cual queda en perfecta posición con la cabeza del mencionado Santo
Grial o bebé.
Y además, ¿qué es lo que
le estará diciendo Simón Pedro -quien esconde un cuchillo en su mano
derecha y por detrás de él mismo- a la supuesta María Magdalena?
Aquí les dejo
en limpio las imágenes, tal cual la pintó Leonardo, y mas abajo otras
mas, solo que reacomodando y resaltando las miradas y ademanes de los
apóstoles:
Si bien no hay nada
escrito -por lo menos que yo sepa- de parte del propio Leonardo Da
Vinci, sobre lo analizado aquí, solo podemos sacar conclusiones al mirar
y analizar la obra desde un punto de vista simbólico, pero respetando
un alto grado de contenido histórico. Cualquier otra persona puede
proveer otros puntos de vista, o bien ampliar o refutar lo expuesto
aquí, por lo que queda en cada quién opinar si lo leído en este post
puede tener relevancia histórica o no.
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