Donde se ubica el Tribunal Karmico ?
Situado en los ámbitos etéricos inferiores se encuentra un gran edificio cuadrado de color blanco, el cual ha sido mencionado por muchos como " El Salón del Juicio" pero que, en realidad, es un templo de gran Misericordia y Amor conocido como "Los Salones del Karma".
A través de este
edificio pasa cada corriente de vida después de haber sido liberada de
la encarnación física, y a través del mismo edificio pasa cada alma
encarnante antes de que se le dé su asignación dentro de un cuerpo
terreno.
No hay corriente de
vida que no esté familiarizada con los Salones del Karma y, por lo
general, es producto de la esfera a la cual el alma es delegada por las
actividades cuestinables en vida, que el individuo ha traído de vuelta
un miedo al "juicio', y ha incorporado a la teología de varias
religiones la doctrina de la ira y castigos de Jehová.
Un entendimiento
concienzudo del gran servicio prestado a las almas que evolucionan sobre
el planeta por esos poderosos seres conocidos como los Señores del
Karma, eliminaría de la conciencia y mundo emocional del aspirante este
miedo a la muerte y al juicio, y le ayudaría al individuo a pasar a
través del cambio llamado "muerte" (así como a sus seres queridos que
permanecen en la esfera terrenal) a anticipar la experiencia y a
ayaudarse así mismo a recibir el mayor beneficio posible de una
experiencia así.
El gran proceso de
evolución requiere que el alma del hombre deba encarnar en un cuerpo
físico y aprenda a adueñarse del control y calificaciones de las
energías (Vida) a fin de calificar para ciertos cargos espirituales en
el Esquema de la Evolución Universal.
Amados Corazones, el
Tribunal Kármico NO está compuesto de Seres que están a la espera de
impartir castigo. Su único servicio en este universo consiste en
encontrar medios y manera para que cada alma reciba la mayor OPORTUNIDAD
posible (tanto en el cuerpo terrenal cuanto entre encarnaciones) para
balancear su deuda a la vida, aprendiendo a controlar la energían y
preparándose para completar su evolución. El tremendo miedo y desdén que
el mundo ortodoxo ha plantado en la humanidad concerniente al Día del
Juicio es realmente desafortunado. Todo esto emana primordialmente del
hecho que son pocos los individuos que viven de acuerdo con su luz y
ellos, de por sí, son sus propios jueces. Aquello que asocia "juicio
cósmico" con "incomodidad", es la experiencia que tal persona tiene
cuando comparece en la libertad del cuerpo etérico y mira para atrás,
viendo lo que podría haber hecho; es ese sentido de remordimiento
individual, ese sentimiento que se experimenta cuando se ve lo que se
podría haber haber hecho cuando se tuvo la oportunidad y los medios, y
cuando se estaba en proximidad a ciertos individuos meritorios.
El Tribunal Kármico,
en todo momento, actúa para bien del individuo, la unidad y toda la
evolución. El chela que comparece ante el Tribunal Kármico en la mayor
libertad del cuerpo interno, escudriña entonces la promesas que hizo
antes de encarnar, escudriña su Cuerpo Causal, así como también lo hace
su padrino y el Tribunal Kármico. Ve el tamaño, el color y el desarrollo
del Cuerpo Causal al momento de nacer y luego (supuesto sobre éste) ve
la cosecha en el Cuerpo Causal del bien hecho en la vida que acaba de
terminar. Aveces el Cuerpo Causal se expande muy poco en tamaño y color
en una vida terrenal. Ese es el juicio que el Tribunal Kármico y el
chela individual consciente hacen en conjunto: ver qué se ha almacenado
en los cielos mediante el trabajo consciente de acuerdo a la vida,
talento, capacidad y votos del individuo. No hay dos individuos que
puedan ser juzgados de la misma manera, ya que los talentos, la
conciencia, el desarrollo y las oportunidades de cada corriente de vida
difieren; pero cada quien es juzgado de acuerdo a su propia luz mayor,
ya sea que vivió o no de acuerdo con esa luz en el curso de su vida
terrena.
Cuando las almas
salen de la Tierra, se encuentran en diversos estados de conciencia.
Puede que les interese comprender algo del detalle relacionado con los
logros o perdidas de oportunidades en su última encarnación, como puede
ser que no les interese saber nada, estos últimos en general son seres
rezagados a los cuales no les interesa evolucionar.
Claro está, los
chelas conscientes se encuentran inmediatamente con sus respectivos
Maestros o algún miembro de la Hueste Angélica. Casi siempre están
ansiosos de comparecer de una vez ante el Tribunal Kármico, con la
cosecha de los esfuerzos de su vida. Estos seres, estos chelas y sus
padrinos comparecen individualmente ante el Tribunal Kármico, geralmente
dentro de las doce horas después del tránsito.
Sin embargo, este
"apuro' es requisito. La misericordia de la Ley es tal que, después de
que un alma sale del cuerpo, se le da lo que se denomina una "vacación
espiritual", algo de descarga y alivio de las presiones que usualmente
se elevan a un clímax, al tiempo que la corriente de vida se acerca cada
vez más al cambio llamado "muerte". Al individuo promedio, anticipando
reunirse con familiares y amigos, se le da toda oportunidad (si sus
seres amados están todavía en los Niveles Internos y no han reencarnado)
de vacacionar con esos seres queridos durante cierto laso, para renovar
asociaciones y tener la felicidad que habían anticipado. Sin embargo,
el estudiante usualmente prescinde de tanto como sea posible de todo
aquello que no se aplica de hecho al progreso del alma. En su mayoría,
desea comparecer rápidamente ante el Tribunal Kármico y recibir el
dictamen sobre su servicio a la Luz.
El chela consciente,
después de recibir ciertas indicaciones del Tribunal Kármico,
inmediatamente se pone a trabajar en los Niveles Internos, para expiar
tanto de su karma como sea posible en los ámbitos mental, emocional y
etérico. Esta efluvia mental, emocional y etérica es lo que ustedes
denominan "ámbito astral". El chela, desenvolviéndose conscientemente en
este ámbito, se pone a trabajar con el Fuego Violeta y presenta el
mismo servicio en los Niveles Internos que ustedes se están aquí en sus
cuerpos terrenales. La Iglesia ha denominado a esa experiencia, "entrar
al purgatorio" o "limbo". La humanidad siente que es un sitio de
castigo...¡mas no le es!
Es un sitio en que
los individuos expían conscientemente pecados mentales y emocionales
mediante el libre albedrío y el deseo del chela. De esta manera, cuando
recibe un nuevo cuerpo terrenal, gran cantidad de este karma ya habrá
sido transmutado. Cuanto más servicio presten aquí en estos términos,
tanto menos tendrán que hacer allá.
Cuando el hombre
promedio pasa por el cambio llamado "muerte" --tal cual les dijera
anteriormente-- usualmente se toma cierto tiempo para visitar a sus
seres queridos y amistades. Luego amablemente es convocado (a menudo
grupos de tales individuos son citados al mismo tiempo) a entrar al
salon del Juicio y comparecer ante el Tribunal Kármico. Esta agrupación a
veces incluye cientos o miles de individuos. Cuanto más alta esté el
alma, cuanto más desarrollada esté su conciencia, tanto mayor atención
individual recibirá la corriente de vida. En el caso de los menos
desarrollados, cientos y miles entran juntos a los Salones del Karma.
Este misericordioso Tribunal asigna estas corrientes de vida a cierta
cantidad de expiación de sus propias energías calificadas
destructivamente en el ámbito astral, y también los asigna a cierto
entrenamiento en salones de clase para los cuales están preparados, en
los que se les enseña tanto de la Ley como puedan comprender en el
momento.
El ámbito de los durmientes
Quisiera referirme
ahora al Ámbito de los Durmientes. Estos individuos ya sea no creen en
ninguna existencia después de la muerte, o son los muy cansados y
pesados de mente, quienes prefieren pasar a la aniquilación. La Ley es
tan amable y misericordiosa que también a éstos se les da consideración.
No se despiertan inmediatamente después de salir de sus cuerpos
físicos. Yacen, aveces durante muchos, pero muchos años, en un estado de
sonambulismo. Esto retrasa en gran medida su progreso, ya que no
responden a la invitación del Tribunal Karmico a comparecer ante los
Jueces y recibir sus dictámenes; no se ocupan activamente en aprender
cómo expiar sus errores. De esta manera, se niegan así mismos la
oportunidad para reencarnar y progresar sobre la escalera de la
evolución.
Por otra parte,
tenemos las corrientes de vida que están atados a la Tierra. Han
escuchado mucho acerca de éstas en la literatura ocultista. Son
individuos con un fuerte amor u odio por las cosas de la Tierra y la
gente de la Tierra. Son los que combaten a la muerte y, aún después de
pasar por ella, rehusan aceptar que ya no son más parte del mundo de
apariencias físicas. Se aferran a las cosas que más amaban u odiaban, y
viven de la vitalidad y magnetismo de los organismos vivientes de la
humanidad encarnada. Claro está, a través de las actividades de la Nueva
Dispensación, gran cantidad de estos individuos han sido cortados y
liberados; y, debido a los tremendos Llamados y Aplicaciones que ustedes
han realizado, estas almas han sido sacadas de la atmósfera de la
Tierra, a pesar de sí mismos. La razón de que algunos individuos
permanezcan miles de años en el ámbito astral, es que rehusan responder a
la citatoria a comparecer ante el Tribunal Kármico. Se trata de una
acción voluntaria. En tanto que no comparezcan, que no acepten las
asignaciones de la expiación de al menos una medida de su propio karma, y
que no estén dispuestos a asumir una postura osada y resuelta en la
esfera en la cual el Tribunal Kármico considera que están más apto para
habitar, no podrán tener otro cuerpo terrenal.Este es un estado de
conciencia muy obstinado y desagradable. Sin embargo, tales individuos
tienen que pedir personalmente la oportunidad de ser escoltados al
Tribunal Kármico y deponer la rebelión, obligados a limpiar sus propios
mundos y aprender la Ley de la Vida.
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