LA MAGIA DE LOS CANTOS RODADOS

Los cantos rodados de las playas y de los ríos, son verdaderos amuletos de buena suerte.

Hasta adquirir esa forma redondeada han de permanecer durante mucho tiempo a la intemperie y en contacto con los Cuatro Elementos y de ese contacto y del trabajo de las Fuerzas de la Naturaleza sobre ellos, sus aristas se van limando y al mismo tiempo que se suaviza su textura se van cargando de Fuerza y Energía .

Si en algún paseo por la orilla de un rio o del mar encuentras esas diminutas piedras redondeadas, recógelas y con respeto y cariño hazles un sitio en tu vida.

Se pueden guardar en botellas de cristal, por ejemplo. En bandejas y recipientes de cualquier estilo siempre que sean fabricados con materiales nobles, cerámica, cristal, madera. Nada de plásticos o resinas artificiales. Y no importa los tamaños ni la cantidad, pero si debe ser un numero impar de piedras en cada recipiente.

En mi casa están en varios rincones y me encanta verlos y acariciarlos sabiendo lo que representan.

Se les puede dar significados, colorear con acuarelas, decorarlos con símbolos rúnicos, o con dibujos que te atraigan especialmente, como planetas, estrellas, círculos o espirales. Los colores mas adecuados para hacerlo son rojo, azul, verde y naranja.

Las Runas, el método adivinatorio de los Druidas se elabora dibujando sobre los cantos rodados los símbolos que la tradición celta nos ha legado y así lo hago yo, recogiéndolos personalmente en las orillas de alguna de mis playa.

Pero de eso, de como fabricar tus propias runas, hablaremos otro día.

Ya ves algo de inmenso valor que la naturaleza te regala.