LIBRA
Signo muy inteligente, abierto de mente y alma, y muy flexible. Son
amables y considerados, empiezan por conocer al otro para saber lo que
los complementará a ellos. Tienen gran lucidez; si dudan, es por las
miles de opciones y encantos irresistibles que la vida les ofrece, no
porque no sepan qué hacer.
MANIFESTACIÓN POSITIVA:Si buscan
algo estos amorosos librianos, es sentirse bien con ellos mismos; por
eso, muy sensibles y mentales, suelen encontrar el equilibrio en la
satisfacción que les dan las cosas diarias: la creatividad, el amor, la
belleza, la amonía y las buenas compañías. Son realmente felices, cuando
logran equiparar lo que piensan y lo que sienten, cosa que los hace
mostrarse especialmente sensuales y creativos.
MANIFESTACIÓN
NEGATIVA:El exceso de dudas y las múltiples posibilidades que se les
presentan impiden que se afiancen. Son inestables, huyen de los
compromisos y van libres por la vida. Sin embargo, como necesitan de los
otros para complementar su balanza, se sienten vacíos si están solos y
dejan de crear. Suelen deprimirse, tener miedo y preocuparse por cosas
superficiales, lo que los hace ser frívolos y sentirse peor.
TENER EN CUENTA:Libra necesita comunicar y expresar sus talentos. Nunca
debe huir de sus emociones, sino conectarse con su lado sensible. La
pareja será importante, entréguese al amor. Haga alguna actividad
artística y exprese su parte estética. Relaciónese, será la mejor manera
de volver a encontrarse consigo mismo. —
OTRAS CARACTEREISTICAS.
Paz, armonía y justicia
Libra tiene el anhelo de paz y el deseo de armonía profundamente
arraigados en su corazón. Pero, como sus
refinados deseos son tan difíciles de conseguir en la cruda
realidad, siempre está dispuesto a hacer concesiones
y a alcanzar compromisos. De ahí su reputación de blandura
y superficialidad. Tiende a evitar las discusiones y
los conflictos, y jamás toma posturas rígidas o definitivas.
Libra es el símbolo del acuerdo y de la valoración
y la ponderación de puntos de vista distintos. Tiene un
sentido de la justicia muy desarrollado y, con su capacidad
de establecer puentes entre opiniones opuestas,
puede restablecer la armonía y el equilibrio donde reina
el conflicto.
Las crisis de decisión
A menudo, en su esfuerzo por evitar los conflictos ylas discusiones, Libra cae en un angustioso estado de
indecisión. No quiere causar daño a nadie y pretende
ser justo con todos pero eso es prácticamente imposible
y, además, encierra el peligro de dispersar el impulso de
la voluntad y las metas de la vida.
Todos conocemos a personas Libra que están continuamente
inmersas en crisis de decisión. En determinados
casos, el miedo a equivocarse o a desencadenar conflictos
es tan grande que paraliza cualquier acción. Entonces,
cuando lo más adecuado hubiera sido una intervención
personal, las decisiones se dejan para el futuro. En
muchas ocasiones, Libra sólo actúa cuando no le queda
otra posibilidad o cuando, de alguna forma, el destino
lo obliga a hacerlo. A veces, incluso llega a provocar
que lo fuercen a tomar una decisión porque no sabe lo
que quiere. Libra debe aprender a tomar decisiones de
forma autónoma y a reconocer lo bueno y lo correcto.
Esta es la tarea espiritual de Libra.
Como Libra es el signo del equilibrio, cuando debe tomar
una decisión evalúa y sopesa cuidadosamente todos
los elementos para captar los matices más delicados
y las cualidades más sutiles. No es una cuestión de
blanco o negro, bueno o malo, justo o injusto, etc. Ni
tampoco de buscar un equilibrio basado en el principio:
«Como tú a mí, yo a ti». Esto sólo conseguiría un
equilibrio estático que debería corregirse una y otra vez,
como en una balanza en la que el peso debe ser igual
en los dos lados. Se trata más bien de encontrar un equilibrio dinámico, un equilibrio que debe alcanzarse
mediante el cuidadoso reconocimiento de las distintas
cualidades, mediante la clara capacidad de juicio y de
diferenciación, y mediante la habilidad de mantenerse
incorruptible en el centro de uno mismo. A lo largo del
camino de desarrollo espiritual, la dificultad de realizar
juicios correctos y de tomar buenas decisiones es cada
vez mayor. Pero la capacidad de ponderación y la habilidad
de juzgar con prudencia conducen al «sendero del
filo de la navaja»: el sendero que el ser humano debe
encontrar y recorrer en el signo de Libra.
El conocimiento y la sabiduría
En el horóscopo el signo de Libra marca el paso del hemisferio
inconsciente al hemisferio consciente. Libra es
el primer signo sobre el horizonte y con él entramos en
la luz del día. El hombre deja atrás la fase de aprendizaje
de los signos situados bajo el horizonte. El camino
lleva desde «el Aula del Conocimiento y el Aprendizaje
», como también se llama al hemisferio inconsciente,
hasta «el Aula de la Comprensión y la Sabiduría». La
palabra «conocimiento» se refiere a todo aquello que
se puede diagnosticar y definir, a aquello que se puede
aceptar intelectualmente como un hecho cierto y se
puede verificar de forma experimental. Concierne a la
parte material de los acontecimientos del proceso de
desarrollo. En cambio, la palabra «sabiduría» hace referencia
a la razón superior, al desarrollo de la vida
dentro de las envolturas y formas siempre cambiantes, y a las expansiones de conciencia. La sabiduría es la captación
intuitiva de la verdad. No tiene nada que ver con
facultad de razonar ni con los criterios de valoración estandarizados:
es la capacidad de regirse por principios
superiores. Una vez reconocidas las leyes universales
de la evolución y del amor universal ya no pueden realizarse
más juicios ni condenas parciales. Un ser humano
sabio lo comprende todo porque tiene la visión global
de las distintas etapas de desarrollo. Puede ver el principio
y el final de una situación. Esto lo refleja muy bien
un antiguo proverbio que dice: «Cuanto más sabe un
hombre, menos juzga». Este proceso de desarrollo se
inicia en Libra, sobre el horizonte.
La diferencia entre Virgo y Libra
Desde el punto de vista esotérico,
mientras el ser humano está centrado
exclusivamente en lo material, la
rueda de la vida avanza por los signos
en sentido retrógrado (es decir,
en sentido horario) y cuando ha
MC
AC
IC
DC u
y
despertado a la espiritualidad el movimiento se invierte
y avanza en sentido directo (es decir, antihorario).
Libra es el signo en el que se produce la reversión de
la rueda de la vida. Aquí se debe decidir hacia qué lado
se va a inclinar la balanza. ¿Proseguirá la persona
concentrándose en lo material, esto es, continuará hacia
Virgo, o iniciará el proceso de desarrollo espiritual, es decir,
cambiará la dirección y continuará hacia Escorpio?
La siguiente vida en Virgo, en dirección hacia abajo en
la rueda (como el movimiento del punto de la edad del
horóscopo del Nodo Lunar) puede ser la vida de una
personalidad materialista bajo la influencia del aspecto
material de Virgo o evidenciar un lento surgimiento de
la vibración del alma, indicando la existencia de la vida
espiritual oculta que la Virgen madre cuida y protege
(como se vio en el capítulo anterior). Tras la reversión
de la rueda, el camino conduce hacia Escorpio, donde
la personalidad percibe la vida activa del alma y tienen
lugar las pruebas y las luchas entre el alma y la personalidad,
entre las tendencias hacia lo superior y hacia lo
inferior, entre los valores materiales y los valores espirituales.
Libra simboliza la etapa intermedia o el punto de equilibrio
entre esas dos situaciones. En los períodos de avance
del proceso de desarrollo y en las crisis de decisión,
los platillos de la balanza fluctúan constantemente. El individuo
Libra oscila entre pares de opuestos. Este signo
es muy importante para el desarrollo espiritual y, a la vez,
es un signo muy difícil. Aquí se vive la curiosa experiencia
del «columpio», una vivencia desconcertante para
el ser humano porque, cuando pretende concentrarse
en lo material y disfrutar de la vida, siente un estímulo
que lo hace aspirar a valores superiores; y si enfoca su
interés en la vida espiritual, se siente atraído una y otra
vez por los viejos hábitos y deseos.
La justicia y el equilibrio
Libra también se conoce como «el lugar del juicio» porque
es el signo en que se toma la decisión y se da el
paso irrevocable que separa «las ovejas de las cabras».
En nuestros días estamos experimentando esta elección
de forma drástica en política y en economía. Plutón empezó
su tránsito por Libra en 1969 y, desde entonces, en
la escena mundial hemos visto como aquéllos que estaban
sentados en su trono, permitiéndose todo tipo de
maquinaciones, han sido desenmascarados y han perdido
el poder y la dignidad. Desde hace algunos años,
también estamos experimentando este proceso de equilibrio
en las parejas, en las familias y en los negocios.
Todo tiende hacia el equilibrio. También podemos observar
como el ser humano se ha dado cuenta del proceso
de explotación y degradación de la naturaleza. La
protección del medio ambiente ha tomado importancia,
se ha promocionado el control de natalidad y, tras la recesión
económica, se ha producido la crisis del petróleo.
Todos estos fenómenos muestran los esfuerzos de la naturaleza
para restablecer el equilibrio destruido por la
insensatez del hombre.
El mes de Libra nos ofrece la oportunidad de eliminar
nuestros desequilibrios. Debemos observarnos y darnos
cuenta de los extremos en nuestra vida. Quizás
reaccionamos de forma demasiado sensible a ciertas
cuestiones y debemos volvernos más objetivos y tolerantes.
Quizás dormimos o hablamos demasiado, quizás comemos, bebemos o fumamos demasiado, quizás tenemos
mucho más de lo que necesitamos de algo en
concreto. Éste es un buen momento para liberarnos de
ello y para encontrar de nuevo la moderación en todas
las cosas. La ley de la justicia que restablece el equilibrio
está activa. Quizás es un buen momento para hacer las
paces con alguien, perdonando la injusticia que, aparentemente,
se cometió con nosotros.
Hay muchas posibilidades de estar desequilibrado o de
sentirse perturbado por otras personas, no sólo en aspectos
materiales sino también en cuestiones psicológicas.
Sin quererlo podemos crearnos enemigos; sin desearlo,
de cualquier diferencia de puntos de vista, puede
surgir una enemistad. Si, a la vez que defendemos nuestros
intereses, somos capaces de entender la posición
de la otra persona y de hacerle ver que, a pesar de tener
opiniones distintas la entendemos y la respetamos como
ser humano, seremos capaces de encontrar una solución
justa y equitativa a los conflictos. El signo de Libra
es excepcionalmente apropiado para alcanzar acuerdos
justos y ha producido muy buenos diplomáticos, en el
sentido positivo.
El signo del tú, de la colaboración y de la pareja
Libra es el signo del tú. Está situado en la parte derecha
del horóscopo, en la zona del tú y, en consecuencia,
tiene mucho que ver con el contacto y las relaciones
humanas (para más información sobre la división del horóscopo en zonas, véase nuestro libro Las casas astrológicas).
Sin un tú, o sea, sin un compañero, Libra no
se siente feliz. Siempre está buscando al compañero perfecto
y quiere encontrar un equilibrio verdaderamente
armónico en las relaciones humanas, en el amor y en el
matrimonio.
Normalmente, las crisis de desarrollo y de decisión que
hacen que Libra pierda el equilibrio se producen en el
área de los contactos. El amor puede darle la mayor felicidad
pero también puede ocasionarle el más profundo
sufrimiento. De una forma o de otra, Libra siempre lucha
por amor, porque lo que más anhela es encontrar
una pareja que lo comprenda completamente, que lo
cuide, que lo trate bien y que lo libere de todas las preocupaciones
existenciales. Pero, a menudo, valora a su
pareja sólo en función de la capacidad que tiene para
satisfacer sus deseos y de servir a sus propósitos (los de
Libra). Y eso no es ver al otro como realmente es sino
contemplarlo desde el punto de vista de la utilidad y del
aprovechamiento, lo cual es una visión muy estrecha.
Así no se puede percibir al compañero en su verdadero
ser ni en su auténtica profundidad y plenitud y, por lo
tanto, el verdadero amor no puede manifestarse.
El individuo Libra
Libra debe aprender que este tipo de actitud ocasiona
dependencia del compañero y obstaculiza el proceso
de desarrollo. En una buena relación de pareja, ambas partes deben contribuir para que surja un intercambio
auténtico, un compañerismo honesto y una confianza
absoluta. Pero, por lo general, esto exige que el individuo
Libra renuncie a sus peticiones egoístas, a sus
exigencias de ser comprendido, a sus demandas de que
se le muestre gratitud y a su deseo de ser amado, hasta
que él mismo sea verdaderamente capaz de amar. Los
objetivos egoístas en el matrimonio y en las relaciones
de pareja, y los mecanismos de contacto manipuladores
que Libra utiliza con tanta soltura deben ser purificados
en el crisol del sufrimiento por amor.
Después de esta purificación y conversión interna, Libra
se vuelve capaz de contactar con los demás sin prejuicios
y, gracias a su desarrollado sentido de la justicia, puede
darles lo que se merecen. Sabe que cuando se acerca
a una persona con intenciones preconcebidas o con
prejuicios no se está dirigiendo a la totalidad del ser sino
sólo a una pequeña parte del mismo y, en consecuencia,
no experimenta toda la verdad sobre el otro y no puede
valorarlo correctamente.
En el mes de Libra podemos mejorar nuestra actitud en
los contactos, dándonos cuenta de que un encuentro
auténtico y libre debe ser desinteresado y debe conceder
a la otra persona la total libertad de ser ella misma.
De esta forma entramos en contacto con la totalidad del
ser del otro, lo cual hace posible un encuentro auténtico
y una comunicación genuina. Los requisitos indispensables
para que se produzca el verdadero amor entre dos seres humanos, ese amor que al mismo tiempo libera
al propio ser, son la ausencia de interés personal y la
inofensividad. Como dijo un gran pensador: «Una de
las más profundas paradojas de la vida es que, cuanto
menos piensa el ser humano en sí mismo, más se acerca
a su plenitud». Quien se vuelve desinteresado crece en
su auténtico ser y es capaz de amar de verdad.
Si permitimos que nuestro verdadero yo, con su amor
por todo lo creado, actúe en el mundo a través de nuestra
personalidad, nuestro entorno se transforma. Si somos
capaces de permanecer en este estado de amor y
lo mantenemos incluso en momentos difíciles, en nosotros
se produce un continuo proceso de transformación
y nos sentimos llamados a tareas constantemente nuevas.
Nuestra propia transformación nos permite ver el
mundo y a los seres humanos de modo distinto. Muchas
cosas se ven bajo una nueva luz. Para Libra, el amor fluyendo
del centro de su ser es el punto de equilibrio
dinámico que junta los extremos de la vida y le une a los
demás en armonía.
La polaridad Aries – Libra
Eje de encuentro
En la polaridad Aries-Libra se pone
de manifiesto la problemática humana
del yo frente al tú, una cuestión
que con frecuencia se agudiza durante
el mes de Libra. Por ejemplo,
si Libra encuentra pareja antes de
MC
AC
IC
DC u
q
consolidar su propio yo, tiende a buscar el yo que todavía
no ha encontrado en la pareja y corre el peligro de
vivir fuera de sí. Busca estabilidad y seguridad en el otro
pero sólo lo encuentra de forma transitoria. Poco a poco,
los rechazos y los desengaños le enseñan que, también
en los asuntos del amor, hay que ser uno mismo. Libra
debe encontrar y mantener el equilibrio interno en su
propio centro. Debe evitar perderse en la persona amada
y agarrarse al tú creyendo que no puede vivir sin la
otra persona. Precisamente por amor, debe «soltar» al
tú y darle la libertad de ser él mismo. Sólo así puede
florecer el verdadero amor.
Cuando Libra ha llegado a estar en sintonía consigo
mismo y se comporta de forma auténtica, cuando ha
encontrado su propio centro y consigue mantenerse en
él, entonces irradia un equilibrio, una seguridad y una
calma superior que infunden confianza a sus semejantes.
Es entonces cuando puede formar parte de una
verdadera relación de pareja en la que ambas partes se
ayudan y se complementan mutuamente.
Sólo una persona segura en su interior y consciente
de sí misma (Aries) puede presentarse de una forma
auténtica y honesta ante los demás y abrirse con total
disposición (Libra) sin que su esencia quede perjudicada.
Incluso puede soportar las conmociones y los golpes
de destino que sufren los demás sin perder el control.
Una persona así es libre en su relación con los demás
y, al mismo tiempo, actúa como factor de orden y de
equilibrio en su entorno. Sin embargo, quien no haya
aprendido aún a solucionar su propio desequilibrio y,
por lo tanto, sienta inseguridad e inhibición en su interior,
difícilmente puede acercarse al contacto con los
demás de forma abierta y con plena libertad. La paz, la
armonía y el equilibrio interno son condiciones indispensables
para conseguir un buen contacto con los demás
y, durante el mes de Libra, estas cualidades deben cultivarse
de forma especial.
Los planetas regentes j z
Como Libra aspira a la armonía y a amar al tú de un
modo justo, la facultad de valorar conscientemente las
cosas tiene una gran importancia. Esto se consigue mediante
el desarrollo de la capacidad de diferenciar, que
es una cualidad del regente esotérico del signo. El regente
tradicional de Libra es Venus y su regente esotérico
es Urano. Venus intenta mantener el estado de armonía por todos
los medios pero también tiene una gran propensión hacia
la comodidad. No le gusta esforzarse. Siempre busca
la solución más fácil y desea sentirse confortable en
todos los ámbitos, bien sea buscando constantemente
la belleza y la adaptación (con frecuencia mediante la
elegancia externa) o bien con un egoísmo dispuesto al
compromiso del tipo «actuar según el viento que sople»
o «arrimarse al sol que más calienta».
Urano, el regente esotérico del signo, sólo actúa cuando
la persona está en el camino espiritual. Entonces
proporciona una comprensión superior que se traduce
en una mayor capacidad de diferenciar. Con Urano
activado, Libra tiene la capacidad de valorar las cosas
cuidadosamente y, de esta forma, puede hacer una elección
correcta entre los valores espirituales y materiales
de su existencia. De esta manera crece hacia un estado
superior de conciencia que conduce a ser uno mismo.
Pero todo paso hacia valores superiores y hacia una realidad
mayor exige renunciar a algo más pequeño. Para
alcanzar un estado más elevado, es decir, para llegar a
un amor desprendido y maduro, hay que renunciar a
algo y, a veces, se trata de algo muy querido. Libra debe
aprender que, antes de poder experimentar la consonancia
de las almas, primero debe ser capaz de amar de
verdad. En cierto modo, la meditación también exige renuncia.
Las distracciones externas, los pensamientos, las preocupaciones
y los deseos deben pasar a un segundo plano.
Ésta es la única forma de dedicarse por entero a algo.
La meditación exige el rechazo de todo lo superficial, de
todo lo vacío y de todo aquello que sólo atrae y seduce
externamente. Pero no es sólo en la meditación donde
hay que liberarse de estas cosas. La lucha por la libertad
también debe llevarse a cabo en el mundo exterior y esto
se pone de manifiesto durante el mes siguiente, en la
gran lucha y victoria de Escorpio. Pero ya ahora, la meditación
nos ayuda a encontrar la orientación adecuada
y a acercarnos a los valores espirituales.
El cruce de caminos, la elección correcta y el sendero
del filo de la navaja
Desde la perspectiva esotérica, Libra es el signo de la
decisión. El alma se encuentra en un cruce de caminos
y debe elegir el camino correcto. En el horóscopo, esta
bifurcación del camino está relacionada con el paso
del hemisferio inferior o hemisferio inconsciente al hemisferio
superior o hemisferio consciente. En Libra, el
ser humano tiene por primera vez una visión del camino
espiritual y de la meta individual de desarrollo. En la progresión
de la edad, al llegar a la casa 7 (la casa de Libra)
atravesamos el horizonte y, una vez de pie sobre el mismo,
podemos mirar hacia nuestro yo y también vemos
el Ascendente que simboliza la meta de nuestra vida.
En esta fase de la vida, lo esencial es establecer unas correctas relaciones entre el yo y el tú, el desarrollo de
una auténtica humanidad en el individuo y la búsqueda
de una verdadera relación de pareja.
Cuando Libra ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo,
ya no puede permitirse actuar y juzgar con arreglo
a motivaciones incorrectas. Tanto da que lo haga para
defenderse, por encontrarse en un determinado estado
de ánimo momentáneo o por cualquier otra causa. De
hacerlo, estará cediendo al impulso de su naturaleza
emocional egocéntrica, es decir, al hemisferio inconsciente
del horóscopo. En la subida hacia el punto más
alto del horóscopo, es decir, en el camino hacia la individualización
consciente, estas inclinaciones humanas
deben superarse lo antes posible.
Las pruebas de Libra son las siguientes:
1. No debe dejarse influenciar ni aceptar sobornos al
juzgar a otras personas.
2. No debe ponerse del lado de la opinión o del poder
más fuerte.
3. Cuando se trate de establecer la verdad sobre otra
persona, en ningún caso debe dejarse influenciar
por la posible obtención de beneficios personales
ni ceder ante la presión de corrientes colectivas. De
otro modo corre el peligro de ser injusto con personas
que hayan depositado su confianza en él y
fluctuar entre opuestos, en el sentido de la frase:
«Hoy lo aclamáis y mañana pediréis su crucifixión».Esta actitud le ocasionaría dolorosos conflictos de
conciencia, sentimientos de culpabilidad y depresiones
periódicas. Como ya hemos dicho, Libra debe
tomar el camino del medio, donde, con objetividad,
puede encontrar el punto de vista correcto. Al final,
la verdad acaba siendo el fiel de la balanza.
El pensamiento semilla esotérico de Libra
«Elijo el camino que pasa entre
las dos grandes líneas de fuerza.»
Este camino es el sendero que transcurre entre los pares
de opuestos de nuestra existencia. Libra siempre debe
tener presente este «sendero del filo de la navaja» para
no caer en los extremos, mantenerse firme en el punto
medio del yo y conservar un equilibrio dinámico.
Como hemos dicho, no se trata de un equilibrio estático
sino dinámico, como el del equilibrista sobre el alambre,
que mantiene el equilibrio mientras avanza hacia
delante.
En la relación con el tú, Libra debe darse cuenta de que
no debe juzgar las situaciones exclusivamente desde su
punto de vista, ni tampoco adoptar absolutamente el
punto de vista del otro. Debe situarse en medio del eje
de encuentro y, con distancia e independencia de las
opiniones personales, debe reconocer dónde está cada
uno y qué es lo correcto para cada cual en el momento
en cuestión. Desde ese punto medio puede garantizar al tú el derecho de ser uno mismo sin dependencias
ni chantajes y de manera libre y honesta. Desde ahí
puede tomar las decisiones correctas, no solamente en
relación con el ámbito interior de la vida sino de forma
que también queden satisfechas las exigencias de las
situaciones externas.
Cuando Libra alcanza este nivel de purificación se convierte
en un sabio consejero capaz de crear armonía en
el mundo e impartir justicia para todos. No acepta ni
rechaza nada de antemano. Todo lo somete a prueba
para verificar si es correcto o no. En este proceso, el
sentido de justicia de Libra y su capacidad de amar son
sometidos a duras pruebas que deben superarse demostrando
que bajo ningún concepto se persiguen objetivos
personales. El Libra evolucionado es un juez justo y su
imparcialidad está representada simbólicamente en la
imagen de la justicia con los ojos vendados.
Así pues, Libra debe buscar, encontrar y recorrer «el
sendero del filo de la navaja», y liberarse de los extremos
opuestos. Este es el sentido del pensamiento semilla
esotérico de este signo y la tarea espiritual de todos los
nacidos bajo el signo de Libra.
La meditación y el alineamiento
Por lo general, y hoy de forma especialmente acentuada,
al meditar se pretende alcanzar un punto de equilibrio
dinámico, es decir, se intenta conseguir el equilibrio entre
pares de opuestos. Esta es la ley fundamental del alineamiento: del alineamiento de la personalidad tripartita
y, sobre todo, del alineamiento de la personalidad
con el alma o yo superior.
Un maestro tibetano definió la meditación como: «El alineamiento
de las herramientas personales y la creación
de un vacío entre el cerebro físico y el yo superior o alma,
que da por resultado la afluencia de conocimiento
divino».
Al practicar el alineamiento es útil imaginarse al cerebro
humano como un «ojo interior». En el momento en
que debe producirse el alineamiento, el ojo interior o
la atención debe dirigirse hacia arriba en un intento
de llegar a un plano superior (como un malabarista
haciendo equilibrios con una pelota en su nariz).
Este proceso puede también compararse con la respiración.
La inspiración se realiza desde las profundidades
del ser y simboliza una reunión de fuerzas. Con los pulmones
llenos se contiene la respiración un momento.
En esa pausa intermedia, en un momento de alta concentración
se produce el alineamiento e internamente
se alcanza el siguiente nivel superior. Al contener la respiración,
las fuerzas vitales son sujetadas firmemente
en el punto de calma del silencio, esto es, en el punto
de equilibrio. Durante la inspiración, el ojo interior se
dirige hacia arriba y permanece en esta actitud de observación.
Es como si la personalidad Pero, además de aguantar la respiración y mirar hacia
arriba con el ojo interior, debe hacerse algo más. En este
estado de alta concentración de todos los sentidos debe
alcanzarse una actitud de máxima relajación dentro de
la tensión. Es como dejarse caer en el centro del propio
ser, manteniendo la tensión o el alineamiento.
Podemos imaginarlo gráficamente como una esfera
blanca y brillante que, partiendo de nuestro interior, se
expande alrededor de nuestro cuerpo. Gracias al don
de la imaginación podemos experimentarlo como si lo
hiciéramos con nuestros sentidos. Una vez alcanzado
el radio máximo de la esfera, debemos llevar nuestra
conciencia de nuevo al centro y, al mismo tiempo, mantenerla
en la superficie de la esfera. Al llevar el foco de
conciencia desde la superficie al centro de la esfera, aparece
una especie de vacío o de campo magnético en el
que pueden fluir las energías del alma.
Desde el punto de vista de la meditación, puede decirse
que Libra es un «intervalo de pausa entre dos actividades
». Ésta es una forma de ilustrar el estado de meditación
que se conoce como contemplación, esa singular
situación, recién descrita, tan difícil de entender para
los occidentales y que Lao Tse describió como: «Obrar
en el no-obrar». Se trata de alcanzar la máxima tensión
y, al mismo tiempo, estar relajado. Ante todo depende
de encontrar el punto medio entre una actitud mental
extremadamente positiva y otra demasiado negativa,
entre la acción enérgica y la inactividad, entre la productividad
mental y el estar absorto.
También se puede explicar imaginando que se escucha
un sonido muy lejano y que se concentran todos los
sentidos en él. Para poder hacerlo debemos estar interiormente
serenos, en calma. Lejos de posibles perturbaciones
externas y con los nervios relajados, se aguanta
la respiración para percibir el más tenue sonido. Esta actitud
de escucha debe combinarse con una disposición
vigilante positiva, de modo que se alcance el adecuado
grado de tensión. No obstante, una vez alcanzado, este
estado no puede mantenerse más que unos instantes.
«No se puede estar siempre de puntillas», escribió Lao
Tse.
Nuestros sentidos internos también nos permiten comprender
a nuestros semejantes tal como son en realidad.
Con nuestra sensibilidad interior podemos acercarnos
al tú y reconocer sus necesidades sin dejar de ser nosotros
mismos. Hoy, en la luna llena de Libra, podemos
esforzarnos por alcanzar algún tipo de acuerdo con el
tú, sea nuestra pareja o alguno de nuestros semejantes.
Para ello dejaremos que nuestro corazón se conmueva
con el intenso deseo de estar en paz, amor y armonía
con todo lo creado.
Podemos esforzarnos por mantener esta actitud de
amor y comprensión en cualquier relación dual o polar,
ya sea con nuestros amigos, nuestros compañeros
de trabajo, nuestra pareja o nuestros hijos. Podemos
aspirar a conseguir una auténtica armonía en todos los
ámbitos. También podemos unirnos con nuestra propia
alma y establecer con ella una relación de compañeros,
practicando el alineamiento y abriéndonos a nuestro ser
interior, dejando que se manifieste a través de nosotros
y formando una unidad con todos aquéllos que han recorrido
este camino anteriormente. Esta experiencia de
unidad, nos permite tomar conciencia de que cada ser
humano existe por sí solo pero, al mismo tiempo, es
parte de un todo mayor, y también de que las energías
que nos sustentan tanto a nosotros como a todo lo vivo
son las energías de la VIDA UNA, en la cual vivimos, nos
movemos y tenemos nuestro ser.
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